Si estas interesado en realizar un el curso, contacta con la RFEM a través de su web.
Participé en el curso para aprender sobre las motos de agua, y para obtener el carnet de monitor, que es requisito legal para trabajar en una empresa de alquiler de motos de agua. Además, es requisito para la misma apertura de las empresas de alquiler, que necesitan 2 monitores para conseguir la licencia, y un monitor por cada 4 motos en circuito.
Inscripción en el curso de monitor
El coste del curso ronda los 700€, incluyendo el libro que dan el primer día de clase, y las prácticas obligatorias. Habría que sumar desplazamiento y alojamiento, en caso de que no tengas la suerte de vivir cerca de la escuela.La inscripción se hace online, cumplimentando un formulario disponible en la web de la RFEM, y adjuntanto los diversos documentos que solicitan. Hay que presentar documentos como fotocopia del DNI, fotocopia del certificado médico o fotocopia de la titulación náutica que se posee y el justificante del pago de tasas, entre otros. Tras pagar y enviar la solicitud cumplimentada, recibes la confirmación de la inscripción.
El curso de monitor tuvo lugar en el Centro de Alto Rendimiento deportivo de la Región de Murcia, en Los Alcázares. El centro disponía de instalaciones para las clases, y de habitaciones para los que residían allí y para los que como yo, estábamos de paso. Iba solo, reservé una habitación, y me asignaron una habitación doble que me sorprendió positivamente. Era grande, con escritorios y mucha luz. Tenía baño dentro de la habitación, y era también amplio y moderno.
Las clases de monitor de motonáutica
Las clases fueron de viernes a domingo, de forma intensiva, y hicimos una clase por cada temática que estudiamos. Los temas fueron los siguientes:- Meteorología
- Psicología
- Teoría de la navegación
- Primeros auxilios
- Prácticas navegación
- RD 259/2002 - Circuitos y excursiones
- Mecánica
- Prácticas obligatorias
Me pareció que el curso en general fue muy fácil. Cada tema de los que se desarrollan se ve bastante por encima, dando nociones básicas y consejos útiles. Los más interesantes me parecieron "meteorología" y "Circuitos y excursiones" y "primeros auxilios". El de meteorología por aportar un buen repaso a muchos conceptos olvidados y por lo interesante que resultó la clase; el de circuitos y excursiones por el repaso necesario a la normativa que se aplica al alquiler de motos de agua (corrigiendo asunciones equivocadas en muchos casos) y el de primeros auxilios por el enfoque inminentemente práctico, y la forma llana que tuvo de explicar los procedimientos en casos de emergencias.
Resultó satisfactoria la perspectiva práctica que se daba, y curioso ver cómo algunos participantes con titulaciones marítimas profesionales llegaban a tener dudas sobre cómo actuar correctamente en ciertas situaciones o cual era la normativa en casos particulares.
En realidad me pareció que tenía poco sentido que personas con titulaciones como patrón portuario o patrón de yate, tuvieran que "tragarse" estas clases tan básicas en comparación a sus conocimientos.
Sinceramente, y tras realizar el curso, creo que había mucha "paja". Muchos de los conceptos eran tan básicos o se veían tan a vista de pájaro, que iba a resultar imposible su interiorización, si no se tenían nociones previas. Y en caso de tener nociones previas, algunos contenidos resultaban extremadamente simples. Llegué a tener la sensación de que el curso era todo un "paripé" para entregar una titulación y cobrar unas tasas, pero tras reflexionar creo que es necesario un filtro mínimo, aunque en este caso light(y caro), para acceder a la titulación.
Es cierto, que mi condición de estudiante universitario me pone en "ventaja" a la hora de afrontar el curso, pero considerando esa ventaja, sigo pensando que el nivel de las clases es muy bajo.
Además, nos acompañaba el "profesor" con un barco pequeño para darnos las instrucciones.El mar estaba completamente calmado, como si se tratara de un lago.
Nos recordaron que es vital que el cliente firme el contrato con su correspondiente seguro, antes que nada, para establecer posibles responsabilidades en caso de mal uso y protegernos.
Antes de realizar ningún ejercicio práctico, dimos un repaso a las instrucciones que se dan a los clientes, y nos propusieron diversas técnicas para mejorar la seguridad y facilitar que los clientes nos escuchen.
Las instrucciones son un repaso típico a las características de la embarcación, su funcionamiento y medidas de seguridad, recordatorio de los peligros... Dieron buenos consejos como que los clientes saquen las motos de la zona balizada con la mano del gatillo levantada (para asegurar que no aceleran) o que los clientes repitan la explicación de seguridad que se les acaba de dar.
Por la experiencias de trabajar en alquiler que algunos participantes compartieron en el curso, me quedé con la impresión de que era especialmente difícil conseguir la atención de los clientes (en esos momentos solo piensan en coger la moto cuando antes), y que muchas veces no son nada conscientes de la potencia y peligro que pueden tener este tipo de embarcaciones.
Las prácticas fueron lo más educativo. El último ejercicio tuvo tal vez poco sentido, porque saltar de la moto en marcha no entra dentro de ninguna maniobra de seguridad ni enseña a protegerse en caídas reales, pero aún así está bien para dar conciencia de la velocidad y riesgo que se puede alcanzar en una moto de agua.
Como conclusión...
Tras la experiencia del curso, al me me apunté sin saber muy bien qué me iba a encontrar, creo que ha resultado en general algo positivo. Me he sentido muy a gusto con los compañero y he podido aprender tanto de los profesores, como de la experiencia de otros participantes.
Creo que el curso es mejorable, pero al menos se dan las nociones básicas para empezar a trabajar de forma segura, y a partir de ahí la experiencia es lo que cuenta.
Resultó satisfactoria la perspectiva práctica que se daba, y curioso ver cómo algunos participantes con titulaciones marítimas profesionales llegaban a tener dudas sobre cómo actuar correctamente en ciertas situaciones o cual era la normativa en casos particulares.
En realidad me pareció que tenía poco sentido que personas con titulaciones como patrón portuario o patrón de yate, tuvieran que "tragarse" estas clases tan básicas en comparación a sus conocimientos.
Sinceramente, y tras realizar el curso, creo que había mucha "paja". Muchos de los conceptos eran tan básicos o se veían tan a vista de pájaro, que iba a resultar imposible su interiorización, si no se tenían nociones previas. Y en caso de tener nociones previas, algunos contenidos resultaban extremadamente simples. Llegué a tener la sensación de que el curso era todo un "paripé" para entregar una titulación y cobrar unas tasas, pero tras reflexionar creo que es necesario un filtro mínimo, aunque en este caso light(y caro), para acceder a la titulación.
Es cierto, que mi condición de estudiante universitario me pone en "ventaja" a la hora de afrontar el curso, pero considerando esa ventaja, sigo pensando que el nivel de las clases es muy bajo.
Las prácticas de monitor de motonáutica
A parte de las clases teóricas, hicimos prácticas, y esto fue lo que posiblemente más esperábamos. Las prácticas las hicimos en el mar menor, en una empresa de alquiler de motos de agua que había contratado la federación. Las hicimos en grupos de 4, dos personas por moto, con dos SeaDoo GTX 155.![]() |
Modelo de moto de agua SeaDoo GTX 155 |
Además, nos acompañaba el "profesor" con un barco pequeño para darnos las instrucciones.El mar estaba completamente calmado, como si se tratara de un lago.
Nos recordaron que es vital que el cliente firme el contrato con su correspondiente seguro, antes que nada, para establecer posibles responsabilidades en caso de mal uso y protegernos.
Antes de realizar ningún ejercicio práctico, dimos un repaso a las instrucciones que se dan a los clientes, y nos propusieron diversas técnicas para mejorar la seguridad y facilitar que los clientes nos escuchen.
Las instrucciones son un repaso típico a las características de la embarcación, su funcionamiento y medidas de seguridad, recordatorio de los peligros... Dieron buenos consejos como que los clientes saquen las motos de la zona balizada con la mano del gatillo levantada (para asegurar que no aceleran) o que los clientes repitan la explicación de seguridad que se les acaba de dar.
Por la experiencias de trabajar en alquiler que algunos participantes compartieron en el curso, me quedé con la impresión de que era especialmente difícil conseguir la atención de los clientes (en esos momentos solo piensan en coger la moto cuando antes), y que muchas veces no son nada conscientes de la potencia y peligro que pueden tener este tipo de embarcaciones.
- El primer ejercicio consistió en turnarse en cada moto para dar una vuelta alrededor de una pequeña isla y volver. La moto llegó a los 80km/h, y estaba claramente limitada, porque no tenía nada de salida. Creo que no tiene ningún sentido hacer prácticas con una embarcación limitada para aprender, cuando probablemente vayas a manejar también embarcaciones no limitadas y se te supone un control(vas a ser monitor!).
- El segundo ejercicio fue remolcar otra embarcación. Nosotros remolcamos el barco del profesor, simulando una situación de rescate y tras terminar esta simulación, los de la otra moto nos remolcaron a nosotros.
- El tercer ejercicio consistió en una maniobra de acercamiento lateral para amarrar la moto a la embarcación.
- El cuarto y último ejercicio consistió en saltar de la moto en marcha, los dos ocupantes a la vez, y a la velocidad que nos marcó el profesor a través de indicaciones con los brazos. La verdad es que saltamos de la moto cuando íbamos a bastante velocidad.
Las prácticas fueron lo más educativo. El último ejercicio tuvo tal vez poco sentido, porque saltar de la moto en marcha no entra dentro de ninguna maniobra de seguridad ni enseña a protegerse en caídas reales, pero aún así está bien para dar conciencia de la velocidad y riesgo que se puede alcanzar en una moto de agua.
Como conclusión...
Tras la experiencia del curso, al me me apunté sin saber muy bien qué me iba a encontrar, creo que ha resultado en general algo positivo. Me he sentido muy a gusto con los compañero y he podido aprender tanto de los profesores, como de la experiencia de otros participantes.
Creo que el curso es mejorable, pero al menos se dan las nociones básicas para empezar a trabajar de forma segura, y a partir de ahí la experiencia es lo que cuenta.
Ahora ya soy "monitor de alquiler de motos de agua"!